lunes, 17 de enero de 2011

OPCIONAL I

   Profesora: Fanny Aguilar 

  Alumna: Olga Esther Guadalupe Espinoza Ramos
Nancy Mirely Francisco Guadalupe


ENSAYO SOBRE COMIDA NO RECOMENDADA 

(CHATARRA)




Con base en el análisis del documento “Nutrientes, minerales y vitaminas” requeridos en la dieta del adolescente de la Dr. Esther Martínez García (s.f), una buena alimentación aporta los nutrientes necesarios para un adecuado  desarrollo físico en la realización de actividades kinestésicas, y mental  en las habilidades del pensamiento, por lo tanto esto influye en el crecimiento y desempeño de un adolescente en la vida escolar. Así, es importante  tomar en cuenta los alimentos que contiene la dieta diaria consumida por el mismo.
          Esta dieta está integrada principalmente por calorías entre 2200 o 2800 kcal/día, proteínas provenientes de origen animal y vegetal, grasas, calcio, hierro, zinc y vitaminas, (Martínez García, Esther (s.f)). Como podemos notar la cantidad de calorías que un adolescente requiere no son cantidades tan altas como las que llega a consumir durante el día, por ejemplo 100 gramos de golosinas aportan aproximadamente entre 300 y 400 calorías. Si dicha cantidad consumida diariamente sobre pasa los índices requeridos tendrá como consecuencia la aparición de diversas enfermedades, afectando a la salud.
         Las golosinas como: galletas, frituras, helados, paletas, dulces, chicles, pastelillos, así como los refrescos, hamburguesas, hot-dogs, pizzas forman parte de la dieta diaria de los adolescentes y lamentablemente la ingesta de estos alimentos no brinda los nutrientes requeridos. Todo en conjunto constituye la comida no recomendada conocida como  “comida chatarra” (en Inglés "Junk Food").
        De acuerdo al Diario de Chihuahua por la periodista Heidi Rodríguez Reynoso (21 Agosto 2007), el término “comida chatarra” se usa para referirse a los alimentos que no aportan una buena nutrición, fibra ni micronutrientes pero aportan demasiadas calorías. Además los pocos nutrientes que proporcionan son de mala calidad, por ejemplo, grasas polisaturadas, sustancias químicas artificiales o sintéticas no asimilables por el organismo, incluso algunas de ellas se están investigando por tener riesgo de ser cancerígenas.
        Su venta se presenta con mayor frecuencia en los espacios destinados a ingerir cualquier tipo de alimento, la cual a través del tiempo ha incrementado a cifras sorprendentes, sobre todo en las escuelas, mismas que ya no resultan fiables para que los alumnos puedan ingerir alimentos saludables, pues se ha introducido una infinidad de variedad, que ni siquiera su alto precio en algunas instituciones impide el acceso a su compra ni la ley aprobada por el senado el 3 de marzo de 2010 la ha podido disminuir.
         Lo anterior, lo podemos afirmar con base en las encuestas aplicadas en la escuela telesecundaria ubicada a 20 minutos de la ciudad de Xalapa, es una zona semiurbana, con clima frío-seco y según el censo del año 2000 consta de 13,013 habitantes de los cuales 6,249 son hombres y 6,764 son mujeres. 
         La escuela telesecundaria tiene aproximadamente 200 alumnos  y entre 20 y 30 jóvenes por salón, el receso designado al almuerzo es de 30 minutos comenzando de 11:15 am a 12:00 pm. En este transcurso los educandos se aglomeran en la cooperativa, instalada en uno de los salones de la institución,  para adquirir los alimentos del día.
         En dicha cooperativa se pueden encontrar los siguientes alimentos: tacos de soya, tortas (chorizo, carne de res, salchicha, carne de pollo y de queso), empanadas (pollo, queso), tamales de pollo, flan, gorditas, tacos dorados de papa acompañados de lechuga, crema, queso y salsa, jugos embotellados, refrescos, y escasamente agua; en las golosinas hallamos: frituras (cacahuates, bolsas de chicharrones de harina), dulces (paletas, chocolates, pulpas de tamarindo con chile, chicles, mazapanes). Los alimentos que más se consumían eran las tortas, las empanadas, los tacos y las golosinas.
         En cuanto a la higiene se observa que las personas encargadas de la cooperativa como la que se ocupa de repartir la comida protege sus manos utilizando bolsas de plástico, de la misma manera hay un comisionado de recibir el dinero y un ayudante. El salón donde se encuentra dicha cooperativa tiene un espacio moderado, que en su mayoría es ocupado como almacén de instrumentos de banda de guerra y cajas, quedando un espacio suficiente para la venta de los productos alimenticios.
         Sin embargo, existe un porcentaje mínimo del 5 % de padres que les llevan el almuerzo a sus hijos durante la hora del receso. En algunas ocasiones pudimos observar los alimentos que integraban su almuerzo como: frutas picadas, tapaditas de frijol, agua natural, guisados caseros, yogurts, sandwich y gelatina; en otras ocasiones, desde la entrada de la escuela hasta la hora del receso, algunos alumnos traían alimentos (sabritas, galletas, refresco, jugos artificiales, empanadas de pollo y carne, y dulces de todo tipo) para saciar su hambre.
         Comparando ambos menús alimenticios, consideramos importante rescatar un hábito más saludable, pero existen factores que impiden traerla a la realidad, por ejemplo la situación económica de los padres para acceder a ella, la falta de información sobre una alimentación saludable a sus hijos, el desinterés de ambos autores (padres e hijos). También es destacable anexar a esta problemática que el director no daba autorización a otras comisiones para vender otro menú en la escuela.
         Ahora, para sustentar el alto nivel de consumo de comida no recomendada de los adolescentes,  en los espacios escolares, en este caso de la escuela telesecundaria, se registraron y graficaron los datos en cuanto a sabritas, tortas, tacos, dulces y los alimentos que les gustaría que vendieran en la escuela.  Estas gráficas tienen de base 3 grados diferentes, uno de primer grado grupo “A” con un total de 24 alumnos, dos de segundo grado: grupo “C” con un total de 20 alumnos, y grupo “D” con un total de 21 alumnos, sumando un resultado de 65 alumnos de 200 alumnos existentes en la escuela.

Gráfica 1. Consumo de sabritas a la semana.

Gráfica 2. Consumo de dulces al día.


Gráfica 3. Consumo de tortas de la cooperativa a la semana

Gráfica 4. Consumo de tacos de la cooperativa a la semana.


Gráfica 5. Alimentos que les gustarían vendieran en la escuela.






         

 Como podemos observar en la gráfica uno, la mayoría de los consumidores ingieren frituras entre una y tres veces por semana, esto da un resultado mensual de 4 y 12 sabritas por alumno. Sin embargo, los alumnos que consumen ocho sabritas semanales tienen un alto consumo de calorías no sanas de igual forma los estudiantes que ingieren menos sabritas tienen el mismo riesgo de introducir calorías dañinas a su organismo.
         En la gráfica dos se puede percibir que la mayoría de  los alumnos consumen 3 dulces al día esto equivale a 21 dulces semanales, lo que puede influir en una elevación en la glucosa ya que  cada 100 gramos de dulces equivalen a 300 y 400   calorías tomando en cuenta que sus dulces son de tamaño considerable estarían ingiriendo demasiada azúcar además de provocar un elevado aumento de caries.
        La siguiente gráfica da un panorama de lo que se menciono anteriormente, ya que en esta se ve reflejado el alto consumo de pan, este contiene alrededor de 140 calorías sin incluir la mayonesa, si hacemos un estimado de las calorías que consumen por semana obtenemos 1888 que aparentemente no hacen daño. Pero si le sumamos las calorías que consume en el transcurso del día sobrepasaría el limite necesita su cuerpo normalmente.
         En la penúltima gráfica se parecía el alto consumo de tacos, si tomamos en cuenta que cada alumno aproximadamente adquiría tres tacos, da un aproximado de 1825 calorías al día, siendo este un total de 8625 calorías por semana tan sólo en esta ingesta. Por otra parte, las peticiones de los alumnos sugieren la venta de alimentos variados, por ejemplo en la última gráfica se pide más la comercialización de frutas, si analizamos se observa la falta de información acerca de una comida sana pues varios alumnos piden consumir sabritas, enchiladas.
        Retomando los resultados de las encuestas, nos podemos percatar que el consumo se inclina más hacia la comida no recomendada trayendo como consecuencia grandes problemas en la salud, siendo los más comunes actualmente la desnutrición y la obesidad en grupos adolescentes. Combatir este problema requiere un esfuerzo complejo, unitario y constante de toda la sociedad; en las escuelas involucrar al cuerpo docente, padres de familia y alumnos, empezar a reflexionar sobre cómo son nuestros hábitos alimenticios, y construir una conciencia sobre la ingesta de comida.
        Partiendo de lo anterior, proponemos que se instauren cooperativas en las escuelas, vendiendo alimentos saludables, considerando las preferencias de los alumnos, como frutas (picadas), guisados, enchiladas, jugos, yogures, verduras y agua natural, reflejados en la gráfica 5. Mantener vigilancia de las cooperativas, en higiene y venta de productos saludables con precios accesibles a su economía. También implementar desayunos escolares (platos de cereal con leche, gelatinas, pan, coctel de frutas, guisados con huevos, hot-cakes, arroz, lentejas, frijoles y verduras). Preparando estos al día, procurando que sean los más frescos posibles.
         Como resultado del análisis  realizado podemos concluir que la situación en comida no recomendada va retomando cada vez más fuerza en las escuelas, entonces ¿qué estamos esperando? A caso a que se vuelva más complicada al punto en que surjan problemas irreversibles en la salud y después queramos establecer medidas pertinentes encaminadas a disminuirlo cuando sea demasiado tarde.
       Necesitamos actuar de manera inmediata, no esperar más tiempo, difundir información acerca del cuidado de la salud y de una alimentación saludable con el apoyo de centros informativos, carteles, trípticos, y conferencias en las escuelas en general, comunidades rurales, urbanas y semiurbanas a lo largo del país. Pero eso no basta, pues es fundamental educar en salud a todos los ciudadanos, desde los niños hasta los adultos. Aquí, nosotros los maestros intervenimos con un papel importante ante tal educación, ejercerla poniendo nuestro ejemplo y reforzarlo con una actitud persistente durante el proceso.



BIBLIOGRAFÍA
Sitio web: Noticas de Nutrición en http://www.aguascalientesmapa.com/dieta/noticia-comida-chatarra.htm, consultado (27-Nov. -10),
Periodista: Heidi Rodríguez Reynoso, 21 Agosto 2007.
Sitio web: Alimentación del adolescente en http://www.mapfre.com/salud/es/cinformativo/nutricion-adolescentes.shtml, consultado (28-Nov. -10), Dra. Esther Martínez García, S. f.
Sitio web: Milenio.com en http://www.milenio.com/node/435925, consultado (1-Dic. -10), Miriam Castillo, 4- Marzo-10.




No hay comentarios:

Publicar un comentario