OBSERVACIÓN Y PRÁCTICA DOCENTE III

La licenciatura en educación secundaria se encuentra centrada en la formación de profesionales comprometidos con la labor docente, que a lo largo de la carrera se ven expuestos a situaciones reales de trabajo para promover su identidad profesional y ética  basándose en las experiencias adquiridas.

En tal formación, los futuros docentes cursan las asignaturas establecidas en el plan de estudios 1999, una de ellas, considerada como elemental, es observación y práctica docente; antecedida por escuela y contexto social y observación del proceso escolar, las cuales ofrecen a los alumnos la oportunidad de tener un acercamiento al trabajo frente grupo.

En la Escuela Normal Superior Veracruzana Dr. Manuel Suárez Trujillo, por medio de la gestión realizada por los encargados del departamento de “práctica docente”, los estudiantes en formación son puestos en situaciones reales de trabajo en escuelas secundarias de diversos contextos, tomando en cuenta la transversalidad que hay entre las asignaturas de la licenciatura y la de las escuelas secundarias, para formar una planeación que favorezca tanto el desarrollo de la labor docente como el proceso de aprendizaje del alumno.

Es a partir del tercer semestre de la licenciatura cuando por primera vez se tiene la oportunidad de enfrentarse a la ardua labor de la enseñanza, donde cada uno de nosotros es enviado a una escuela telesecundaria, en nuestro caso, para impartir las materias asignadas de acuerdo a los Planes y programas de estudio de normales; se combinan la observación con el ejercicio de enseñanza en asignaturas de especialidad.

En la práctica realizada en el mes de octubre del 2010, las materias a impartir fueron: Historia, Biología, Matemática, Ciencias, Inglés y Formación cívica y ética. Aunque cabe señalar que las anteriores variaron de acuerdo a las necesidades de la escuela, del grupo y el maestro titular.

La labor previa a la práctica consistió en que cada alumno-maestro se preparó. Dicha preparación – por parte nuestra – consistió en la planeación de las clases a impartir, el estudio de los contenidos, la búsqueda e innovación de estrategias de aprendizaje, la implementación de material didáctico y hojas de trabajo, e inclusive, instrumentos de evaluación para verificar los aprendizajes de los alumnos.

Asimismo, previo a la práctica, existe un día de vista previa el cual nos sirve para conocer la ubicación de la escuela secundaria en la que practicaremos y para presentarnos con el director de la escuela. Posteriormente hay un periodo de observación que varía de tres a cinco días – es importante pues nos permiten conocer las características de las escuelas, su funcionamiento, las características de los alumnos y de los grupos, los estilos de enseñanza, la diversidad de maestros, la participación de los padres de familia, la relaciones entre maestros y alumnos, entre otros –. Durante la jornada de práctica se recaban evidencias de los alumnos, se promueven los nuevos conocimientos y las actitudes frente al trabajo. Lo anterior lo reflejamos en nuestro diario, éste permite reflexionar sobre lo que vamos realizando día a día en el aula y es un instrumento para detectar nuestros aciertos, errores y lo necesario para ir mejorando en nuestra práctica presente y en las posteriores.

Para realizar nuestra práctica hacemos uso de los conocimientos adquiridos en la Escuela Normal, por ejemplo las estrategias utilizadas en los cursos de Estrategias del estudio y la comunicación I y II – para el proceso enseñanza-aprendizaje –, Desarrollo de los adolescentes –para comprender la etapa por la que están transitando nuestros alumnos –, Problemas y políticas de la educación básica – pues ciertamente, problemas como la deserción escolar y la reprobación son cuestiones del presente a las que nos enfrentamos en nuestras aulas –. Por otro lado Atención educativa a los adolescentes en situaciones de riesgo (vinculada a Desarrollo de los adolescentes) resulta útil para detectar a jóvenes con problemas en su aprendizaje, e intentar canalizarlos para  mejorar su aprovechamiento.

Otra de las asignaturas ya cursadas y que nos sirvieron como sustento en nuestra practica, es Propósitos y contenidos de la educación básica I y II, – cursos indispensables para centrarnos en lo que requiere la educación en la actualidad, relacionada con las competencias a desarrollar en nuestros alumnos y las que debemos poseer como formadores –. Finalmente, nos permitimos mencionar que en Planeación de la enseñanza y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje, comprendimos la importancia de la planeación, su elaboración coherente y su flexibilidad.

Por otro lado, y como se mencionó en párrafos anteriores, las prácticas que realizamos fueron en lugares variados de dentro o fuera de la ciudad de Xalapa (zonas urbanas y rurales). Por tal, al realizar los comentarios de “cómo nos había ido” en la Telesecundaria, hubo ciertas diferencias, tanto en la manera de ser de los maestros del plantel, como del comportamiento de los alumnos.

Se evidenció que los alumnos de lugares alejados del contexto urbano tienden a respetar la figura del docente, por lo que se les ve mayormente motivados e interesados por el aprendizaje, lo cual es actitud de un número reducido en grupos de telesecundarias de zonas urbanas y lo mismo es muestra de las necesidades de aprendizajes que varían de acuerdo con la ubicación de la secundaria donde se puede visualizar al conocimiento como algo necesario o innecesario. De esto, la pregunta que tendríamos que plantear, en los dos casos, a nuestros estudiantes sería: ¿para qué me servirá lo que estudio? Y recalcarla constantemente, es decir, darle un uso real a cada situación del aula.

También se observó cómo las relaciones entre docentes variaban, pero en todos los casos se conforman en grupos donde existe algún interés común. En ninguna de las telesecundarias se observó una interacción completa de la plantilla de maestros y el director, lo cual, en nuestro conocimiento es fundamental para un mejor rendimiento de la institución y organizar una enseñanza cimentada en colaboración de todos sus componentes elementales.

Por último, de manera general todos coincidimos que el contexto influye mucho en los alumnos y que cada escuela es distinta, es decir, cada institución educativa es un reto diferente, no hay escuela buena ni mala. Es un desafío y labor personal lograr confrontar las problemáticas de la educación en la actualidad dentro de toda aula donde se nos ponga frente a seres humanos adolescentes, motivados o desmotivados, nuestro deber siempre es y será apoyarles continuamente, funcionar como eslabón positivo para su vida y que logren la conformación de su identidad como adultos de una mejor sociedad.